DOGE obtiene acceso al Instituto de Paz de EE. UU. después de que la administración Trump reestructurara la junta
Jennifer Hansler y Harlan Schmidt
Personal del Departamento de Eficiencia Gubernamental acompañado por policías de la ciudad de Washington, obtuvo acceso al Instituto de Paz de EE. UU. (USIP, por sus siglas en inglés) el lunes después de haber sido rechazado la semana pasada.
La dramática escalada sigue a la desarticulación de la junta directiva de la organización por parte de la administración Trump el viernes y prepara el terreno para otra pelea judicial entre la administración y una organización independiente.
“DOGE ha irrumpido en nuestro edificio”, dijo este lunes en un comunicado el presidente del USIP, George Moose, quien según la administración Trump fue despedido del cargo.
La administración despidió a la mayor parte de la junta directiva del USIP el viernes, y los tres miembros restantes —el secretario de Defensa , Pete Hegseth ; el secretario de Estado, Marco Rubio; y el presidente de la Universidad de Defensa Nacional, Peter Garvin— anunciaron que nombrarían a Kenneth Jackson presidente del USIP. Jackson se encontraba entre el personal que entró al edificio el lunes, según el director de seguridad del instituto.
El USIP no considera legal dicho nombramiento. El instituto, que trabaja para resolver conflictos, no es una agencia federal. Fue creado por el Congreso como un organismo independiente y no partidista en 1984, y el USIP posee y administra su sede.
Según el director de Seguridad del USIP, Colin O’Brien, la organización llamó el lunes a la Policía Metropolitana de la ciudad de Washington después de que excontratistas de seguridad, cuyos contratos fueron suspendidos el domingo, ingresaron al edificio sin permiso.
Cuando fue a saludar a la Policía, O’Brien contó que “mantuvieron la puerta abierta y permitieron que los miembros del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) ingresaran al edificio, donde también fueron seguidos por entre 10 y 12 policías, agentes uniformados de la Policía de la ciudad de Washington”.
Esos miembros del personal de DOGE, la mayoría de los cuales, según O’Brien, no se identificaron, le dijeron a él, al asesor general del USIP y a los miembros del personal de operaciones que salieran del edificio, afirmó.
Más tarde ese mismo día llegaron más agentes de Policía con dispositivos para forzar cerraduras y fueron vistos entrando por una puerta lateral del edificio.
En una publicación en X, DOGE alegó que Moose “negó el acceso legal a Kenneth Jackson, presidente interino del USIP (según lo aprobado por la junta del USIP)”. DOGE afirmó que la Policía de Washington “llegó al lugar y escoltó al Sr. Jackson al interior del edificio”.
“El único individuo ilegal fue el Sr. Moose, quien se negó a cumplir e incluso intentó despedir al equipo de seguridad privada del USIP cuando dicho equipo de seguridad fue a darle acceso al Sr. Jackson”, dijo DOGE en la publicación, que incluía un enlace a un memorando de los tres funcionarios de Trump que nombraban a Jackson como presidente interino.
Un portavoz de la Policía de la ciudad de Washington declaró a CNN que el Departamento de Policía respondió a un reporte de entrada ilegal en el USIP. “Las personas a quienes la gerencia de esas instalaciones les pidió que se fueran se fueron”, declaró. “No se realizaron arrestos ni incidentes que reportar”.
Algunos funcionarios del USIP permanecieron en el edificio tras la llegada de DOGE, entre ellos Moose, diplomático de carrera retirado. Posteriormente, la Policía de Washington lo obligó a salir del edificio.
En una entrevista realizada por teléfono desde su oficina cerrada mientras DOGE recorría el edificio, Moose dijo que esperaba que DOGE regresara para intentar obtener acceso a USIP.
Durante el fin de semana, dijo, “representantes del FBI y de la Fiscalía de Estados Unidos del Distrito de Columbia se acercaron a miembros de nuestro personal y nuestra fuerza laboral para tratar de intimidarlos para que pudieran ingresar al edificio”.
“No esperábamos que el FBI lograra el apoyo y la colaboración de la Policía del Distrito de Columbia, con la que mantenemos una excelente relación”, dijo Moose. “De alguna manera, el FBI ha logrado convencer a la Policía de Washington de que este edificio es propiedad del Gobierno estadounidense y no del Instituto de Paz de Estados Unidos”.
O’Brien dijo a CNN que el FBI lo llamó durante el fin de semana y dos agentes del FBI fueron a la casa de uno de sus oficiales de seguridad.
El FBI remitió una solicitud de comentarios al Departamento de Justicia. CNN se ha puesto en contacto con el Departamento de Justicia.
Moose dijo que USIP planea luchar contra las medidas DOGE “enérgicamente” en los tribunales.
“Estamos seguros de nuestro estatus legal y confiamos en que un tribunal que nos escuche quedará convencido por la solidez de nuestro argumento legal”, dijo Moose después de salir del edificio.
“No es el primer edificio que me han pedido que intente defender. Hemos tenido que defender embajadas en todo el mundo, incluso en África, donde pasé la mayor parte de mi carrera cumpliendo nuestra misión”, dijo. “Obviamente, este no es un buen día para esto. No es un día feliz para nadie, ya que, de alguna manera, esta incomprensión de nuestra intención, nuestro propósito, ha llegado a tal punto que la gente va a intentarlo”.
El representante demócrata Don Beyer, quien llegó al lugar más tarde esa noche del lunes, dijo que “informará a los líderes de la Cámara” y que “intentaremos hacer algo en el Congreso de Estados Unidos”.
“USIP es una organización sin fines de lucro autorizada por el Congreso. No es una agencia federal. Consideramos que es claramente ilegal e inconstitucional que DOGE la tome bajo su control”, declaró a CNN.
O’Brien, el director de Seguridad, dijo que nunca había experimentado algo parecido a los acontecimientos del lunes durante su mandato en USIP.
“Es decepcionante”, declaró a CNN. “Si consideramos la misión del Instituto de Paz de Estados Unidos, su labor es evitar que los estadounidenses se involucren en guerras costosas. Su objetivo es traer la paz, y nuestro presidente ha dicho que quiere ser un pacificador, y estamos listos, dispuestos y capacitados para ayudar en esa misión”.
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