Personas con TDAH tienen una esperanza de vida más corta y un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental, según estudio
Por Kristen Rogers, CNN
Tener trastorno por déficit de atención con hiperactividad, o TDAH, se asocia con una esperanza de vida más corta y un mayor riesgo de problemas de salud mental, según un nuevo estudio de más de 30.000 personas con el trastorno en el Reino Unido.
Los hombres diagnosticados con TDAH tuvieron una reducción en la expectativa de vida de cuatro años y medio a nueve años, mientras que la expectativa de vida de las mujeres se acortó de seis años y medio a 11 años, según el estudio publicado este jueves en The British Journal of Psychiatry.
“Aunque muchas personas con TDAH viven vidas largas y saludables, nuestro hallazgo de que, en promedio, viven vidas más cortas de lo que deberían, indica que tienen necesidades de apoyo no satisfechas”, dijo la autora principal del estudio, la Dra. Liz O’Nions, investigadora honoraria en psicología clínica, educativa y de la salud en el University College de Londres, en un comunicado de prensa. “Es crucial que descubramos las razones detrás de las muertes prematuras para que podamos desarrollar estrategias para prevenirlas en el futuro”.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un trastorno del desarrollo neurológico que se diagnostica comúnmente en la infancia, pero que suele persistir hasta la edad adulta. Las personas con TDAH tienen neurotransmisores desequilibrados, uno de los cuales es la dopamina. Es un neurotransmisor clave en la corteza prefrontal del cerebro que nos ayuda con la función ejecutiva y las habilidades de autorregulación, que implican la planificación, la concentración y el mantenimiento de la atención, el recuerdo de instrucciones y la realización de múltiples tareas.
Las personas con TDAH pueden sentirse inquietas o tener problemas para concentrarse, mantenerse organizadas, administrar su tiempo o priorizar, hiperconcentrarse o controlar sus impulsos. Estos síntomas pueden afectar todas las áreas de la vida.
Entre el 3% y el 4% de los adultos del Reino Unido padecen TDAH, y se estima que la prevalencia en niños es de al menos el 4%. Pero es posible que haya mucha más gente sin diagnosticar, lo que podría significar que la brecha en la esperanza de vida que encontraron los autores del estudio podría estar sobreestimada, dijeron.
Los nuevos hallazgos confirman los de investigaciones recientes, como un estudio de 2022 que encontró un mayor riesgo de muerte prematura entre las personas con TDAH o autismo tanto en Estados Unidos como en Europa. Pero el estudio actual, según el conocimiento de los autores, es el primero en utilizar datos de mortalidad para emplear el método de la tabla de vida: una técnica estadística para analizar las tasas de mortalidad y las probabilidades de supervivencia o muerte en diferentes intervalos de edad.
El equipo de investigación revisó datos de atención primaria de 30.029 adultos con TDAH y los comparó con casi 300.400 participantes que no tenían TDAH pero que fueron emparejados por edad, sexo y práctica de atención primaria.
Además de las diferencias en la esperanza de vida, el análisis también reveló que el TDAH está vinculado con un mayor riesgo de problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, autolesiones, suicidio y trastornos de la personalidad. El autismo, las discapacidades intelectuales, los hábitos nocivos como el tabaquismo o el “consumo potencialmente nocivo de alcohol” y los problemas de salud física, como la diabetes o el colesterol alto, también fueron más comunes en este grupo.
El estudio es “sorprendente”, pero se basa en datos de observación que inevitablemente dejan muchas preguntas importantes sin respuesta, ya que no se puede establecer por completo una relación de causa y efecto, dijo en un comunicado de prensa el Dr. Kevin McConway, profesor emérito de estadística aplicada en la Open University de Inglaterra, que no participó en la investigación.
“¿Qué se puede hacer al respecto? Eso depende de si las reducciones en la expectativa de vida promedio son causadas (de alguna manera) por el TDAH y, si es así, de qué manera”, dijo McConway.
En el Reino Unido, el tratamiento del TDAH y las enfermedades que lo acompañan es insuficiente, especialmente en el caso de los adultos, ya que el reconocimiento del TDAH en adultos todavía está evolucionando, según los expertos. Esta insuficiencia podría explicar en parte las diferencias en la esperanza de vida.
Pero también puede haber “algunos factores que surgen antes del nacimiento o en etapas muy tempranas de la vida que podrían afectar por separado la posibilidad de que una persona sea diagnosticada posteriormente con TDAH” y muera antes de lo habitual, dijo McConway. Estos factores podrían ser genéticos o ambientales. Además, los autores no tenían detalles sobre la raza o etnia y los factores socioeconómicos, que pueden afectar la esperanza de vida, o no los controlaron.
Los investigadores tampoco pudieron determinar “cuándo se diagnosticó el TDAH en relación con otros problemas médicos, o el impacto del tratamiento”, dijo en un comunicado de prensa el Dr. Oliver Howes, profesor de psiquiatría molecular en el King’s College de Londres. Howes no participó en el estudio.
Sin embargo, “es probable que factores como las diferencias en el hábito de fumar, el consumo de alcohol y varias condiciones de salud sean, en gran medida, consecuencias del TDAH”, dijo McConway, lo que significa que esos vicios y condiciones podrían explicar cómo el TDAH podría afectar las tasas de mortalidad o conducir a una menor expectativa de vida.
Los investigadores tampoco dispusieron de detalles sobre las causas de las muertes prematuras de los participantes del estudio.
Las personas con TDAH “tienen muchas fortalezas y pueden prosperar con el apoyo y el tratamiento adecuados”, afirmó en un comunicado de prensa el autor principal del estudio, el Dr. Josh Stott, profesor de envejecimiento y psicología clínica en el University College de Londres.
Los expertos en el tema dijeron que para abordar el problema de la mortalidad prematura entre las personas con TDAH, es necesario que los profesionales sanitarios recopilen periódicamente información sobre las afecciones médicas y conductuales y los resultados de salud relacionados con el trastorno. De esta manera, los profesionales y los pacientes pueden abordar los factores de riesgo y evitar retrasos en el tratamiento.
Algunas organizaciones tienen recursos sobre cómo las personas con TDAH pueden aumentar su probabilidad de participar en tareas, hábitos o actividades que pueden ayudar a mejorar su calidad de vida y su esperanza de vida, incluido el ejercicio, la nutrición adecuada, el cuidado dental y la higiene del sueño.
Los profesionales de salud mental especializados en TDAH pueden ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades para afrontar cualquier síntoma que pueda generar angustia u otros resultados que afecten negativamente sus vidas.
También pueden hablar sobre la utilidad de los medicamentos para el TDAH. Un estudio de casi 150.000 suecos con TDAH, publicado en marzo de 2024, concluyó que el uso de medicamentos se asociaba a una reducción del 19 % del riesgo de mortalidad en los dos años posteriores al diagnóstico.
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