Biden dice que Israel no debe atacar las instalaciones nucleares iraníes, pero las autoridades de EE.UU. reconocen que tiene derecho a responder a un ataque
Alexandra Ferguson
(CNN) — El presidente Joe Biden aconsejó a Israel que dé una respuesta proporcional a la andanada de misiles balísticos iraníes de esta semana, expresando su oposición a un posible ataque contra las instalaciones nucleares de Irán con la esperanza de evitar que el conflicto que ha estallado en la región se amplíe aún más.
Dos altos funcionarios del gobierno declararon a CNN que, en privado, los funcionarios estadounidenses no están tratando de persuadir a Israel para que se abstenga de tomar represalias contra Irán, una notable diferencia con respecto a abril, cuando Biden animó a Israel a “conformarse con la victoria” tras la intercepción con éxito de una andanada de drones y misiles iraníes.
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En cambio, Biden espera que Israel adopte un enfoque comedido que pueda defender su derecho a devolver el golpe y, al mismo tiempo, evitar una acción que podría provocar nuevas represalias e inclinar a la región hacia una guerra a gran escala.
“Nadie está diciendo que no se responda”, declaró un alto funcionario del gobierno. “Nadie está diciendo: ‘Confórmense con la victoria'”.
Queda por ver cómo recibirá ese mensaje el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sobre todo porque su posición política parece más estable tras el éxito de sus esfuerzos por degradar a Hezbollah en el Líbano.
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Los esfuerzos de Biden por influir en su homólogo israelí durante el último año han sido en gran medida ineficaces, y los mandatarios no han hablado desde agosto. Biden dijo a los periodistas el miércoles que tiene previsto hablar con Netanyahu “relativamente pronto”, pero no parecía tener una conversación agendada.
El vicesecretario de Estado, Kurt Campbell, dijo que las conversaciones con Israel están en curso y destacó los riesgos de la situación.
“La región está realmente en el filo de la navaja y existe una preocupación real por una escalada aún mayor… que podría poner en peligro no sólo a Israel, sino también nuestros intereses estratégicos”, declaró Campbell el miércoles.
Lo que está en juego en este momento no podría ser mayor. Biden ha observado con creciente preocupación cómo se han disparado las tensiones en la región. Los intentos de negociar acuerdos de alto el fuego en Gaza y a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano han sido en gran medida infructuosos. Y las elecciones presidenciales estadounidenses pendientes han elevado lo que está en juego al intentar gestionar la crisis.
La magnitud del ataque del martes superó con creces la lluvia de proyectiles que Irán lanzó contra Israel en abril. Israel y Estados Unidos lograron de nuevo frustrar los misiles, en parte gracias a un esfuerzo de coordinación de la respuesta que duró un mes. Pero la magnitud del ataque, que Biden calificó de “descarado” en las horas posteriores, llevó a los funcionarios estadounidenses a concluir que estaba justificada una respuesta de Israel.
“Israel tiene derecho a responder. Debe ser una respuesta proporcional”, declaró Biden a los periodistas el miércoles, tras una llamada virtual con líderes del G7. Afirmó que los líderes estaban de acuerdo en ese punto y se preparaban para imponer nuevas sanciones a Irán.
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Se trata de un tono diferente al de mediados de abril, cuando funcionarios estadounidenses animaron a Israel a reconocer que Irán había infligido un daño limitado y le instaron a seguir adelante. Israel respondió contra Irán, pero de forma limitada, atacando un sistema de defensa aérea en Ispahán.
Ahora se espera un contraataque israelí de mayor envergadura que podría incluir una serie de objetivos. Actualmente, la administración considera improbable que Israel ataque las instalaciones nucleares iraníes, aunque un alto funcionario del gobierno declaró que Israel aún no ha decidido dónde podría atacar.
“Tomarse un tiempo y reflexionar”
“Están haciendo lo más inteligente: tomarse un tiempo y pensárselo”, dijo el funcionario.
Biden dijo el miércoles que no apoya un ataque israelí contra las instalaciones nucleares iraníes. “La respuesta es no”, respondió cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que Israel lance un ataque de represalia contra instalaciones relacionadas con el programa nuclear iraní.
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Una decisión de este tipo por parte de Israel desencadenaría casi con toda seguridad el conflicto fuera de control que Biden se ha esforzado por evitar en el año transcurrido desde que Hamas lanzó su ataque contra Israel el 7 de octubre. Sin embargo, para Netanyahu y algunos de sus asesores más belicistas, podría eliminar de una vez por todas lo que se considera una amenaza existencial para Israel.
Tras los atentados de esta semana, Estados Unidos sigue de cerca cualquier actividad relacionada con el programa nuclear iraní, pero no ha observado ningún cambio reciente, según declararon dos funcionarios estadounidenses.
Una de las principales preocupaciones de Estados Unidos es la posibilidad de que Irán recurra a reforzar su programa nuclear después de que Israel lograra degradar a sus apoderados en el Líbano y Gaza y frustrara su ataque con misiles balísticos.
Aunque actualmente no hay señales de que Irán vaya a hacer eso, o esté planeando hacerlo, los funcionarios estadounidenses siguen vigilando la posibilidad de que se produzca tal movimiento.
Últimamente no se ha producido un cambio drástico en la postura nuclear de Irán, aunque en el último año Irán ha seguido produciendo material fisible para su programa nuclear. A principios de este año, el secretario de Estado Antony Blinken declaró que el tiempo de ruptura de Irán, esto es, el tiempo necesario para producir suficiente material nuclear para un arma nuclear, “es ahora probablemente de una o dos semanas”.
Ningún israelí resultó herido ni muerto en el ataque iraní del martes, que parecía tener como objetivo instalaciones militares y de inteligencia. Un palestino murió en la Ribera Occidental por la caída de metralla de un misil interceptor lanzado por Israel, según el hospital donde fue atendido.
Dado que el miércoles comienza la festividad judía de Rosh Hashaná, de dos días de duración, existe cierta expectativa de que aún falten días para que Israel tome represalias.
“Tienen las festividades, así que eso les da tiempo y espacio”, declaró uno de los altos funcionarios estadounidenses.
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Sin embargo, esperar días para una respuesta también tiene el efecto de prolongar la expectativa en una región que ya se encuentra en el filo de la navaja, especialmente mientras continúa la operación de Israel contra Hezbollah. CNN informó el miércoles que funcionarios estadounidenses e israelíes creen que se ha destruido alrededor del 50% del arsenal del grupo respaldado por Irán.
Dentro de la Casa Blanca se reconoce que el desarrollo de las próximas semanas tendrá algún efecto en las elecciones presidenciales.
Hay pocas cosas que la vicepresidenta Kamala Harris, la candidata demócrata, desee menos que una guerra regional a gran escala que su oponente pueda utilizar para acusar al gobierno de Biden de incompetencia.
Netanyahu, que observa de cerca la política estadounidense, es igualmente consciente de cómo las acciones de Israel en las próximas semanas podrían influir en la contienda. Algunos funcionarios occidentales creen que ve una oportunidad en el momento político de alto riesgo para tomar medidas decisivas contra Irán, consciente de que Biden y Harris se han enfrentado a críticas de todas partes por su gestión de la guerra.
Por su parte, Harris salió el martes por la tarde para leer una declaración cuidadosamente redactada sobre los ataques iraníes en Israel.
“Lo tengo claro”, dijo, sin desviarse de los comentarios preparados. “Irán es una fuerza desestabilizadora y peligrosa en el Medio Oriente, y el ataque de hoy contra Israel no hace sino demostrarlo aún más”.
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