Ayudaron a fundar Twitter. No sabían en lo que se convertiría
Por Clare Duffy
Los fundadores de empresas tecnológicas no siempre saben en qué se convertirán sus productos ni cómo los usará la gente. Eso es lo que ocurrió con Twitter, según contaron a CNN los primeros empleados de la empresa en una nueva serie documental titulada “Twitter: Breaking the Bird”.
La versión original de Twitter reflejaba el internet de los inicios de la época y la visión radical y optimista de lo que sus fundadores creían que podría ser el mundo digital. Pero durante las dos décadas siguientes, Twitter tuvo que lidiar con lo que realmente significaba dar voz a todos en internet, incluyendo a quienes la usarían para difundir discursos de odio o buscar el poder de maneras que los fundadores nunca imaginaron.
“Pasaban muchas cosas. Realmente no hay tiempo en el día para contemplar las implicaciones mucho mayores de lo que estamos construyendo”, dijo el fundador de Twitter, Evan Williams, en la serie, reflexionando sobre los inicios de Twitter.
Por supuesto, el mundo ahora sabe en qué se ha convertido Twitter.
La empresa, ahora llamada X, es propiedad de Elon Musk. El hombre más rico del mundo la ha utilizado para ayudar a reelegir al presidente Donald Trump y continúa utilizándola para impulsar su propia agenda política y social mientras busca reformar el gobierno estadounidense. Los supremacistas blancos y los desinformadores han sido bienvenidos de nuevo en la plataforma, aunque algunos usuarios veteranos intentan aferrarse a su utilidad para compartir noticias e información en tiempo real. Y aunque Twitter luchó durante mucho tiempo para convertir su influencia en un negocio rentable, el valor de la empresa es más cuestionable ahora que nunca después de que las controvertidas políticas de Musk alejaran a los anunciantes.
La serie “Breaking the Bird” revela cómo la compañía llegó a ser lo que es. Relata la historia de Twitter: desde su creación por un grupo de fundadores de la contracultura y sus caóticas luchas de liderazgo, hasta presidentes y candidatos políticos que aprenden a tuitear y, finalmente, la dramática adquisición de Musk por US$ 44.000 millones.
“Construimos esta cosa que cobró vida propia, con sus elementos negativos y positivos, y la batalla consiste en que lo positivo supere a lo negativo”, dijo Williams en un episodio posterior. “Y eso es lo que, con el tiempo, parecía una batalla perdida. ¿Vale la pena? ¿Es errónea toda esta idea?”
X no respondió a una solicitud de comentarios.
En muchos sentidos, el mundo, tanto online como offline, ha cambiado de maneras que nadie podría haber predicho cuando se fundó Twitter en 2006. En aquel entonces, Facebook acababa de salir al público y los blogs estaban de moda. Las aplicaciones móviles ni siquiera existían, ya que el iPhone no se lanzaría hasta un año después.
Cuando Twitter se lanzó, gran parte de su contenido era relativamente poco serio. En su primer año, su cofundador, Jack Dorsey, publicó cosas como “Camina a casa. Frío”; Stone publicó “Comiendo una papa al horno y judías verdes con seitán a la barbacoa y vino blanco”.
“Creo que tienes una idea de lo que estás haciendo, una corazonada, pero la incertidumbre es bastante densa”, dijo Jason Goldman, el primer jefe de producto de Twitter, quien posteriormente se desempeñó como director digital en la Casa Blanca de Obama, en una entrevista antes del lanzamiento de la serie. “Por eso existe esta tendencia natural hacia la acción en la industria tecnológica, que es como: sigamos adelante. Intentemos hacer algo, lo lanzaremos y veremos qué hace la gente con ello”.
A medida que Twitter creció, la gente también lo utilizó de maneras positivas que sus fundadores no esperaban, incluso para organizar movimientos sociales como la Primavera Árabe y Black Lives Matter.
En el centro de la historia de Twitter se encuentra Dorsey, el multimillonario considerado el padre de la plataforma. Sus valores y su código están inscritos en los cimientos de Twitter. Dorsey dirigió la compañía durante ocho años (de 2006 a 2008 y de 2015 a 2021) y, en última instancia, es posible que haya contribuido a la adquisición de Musk.
Dorsey siempre concibió Twitter como un espacio para promover la libertad de expresión. “Una plataforma, para ser una plataforma, tiene que ser libre… Creo que necesitamos escuchar todos los extremos”, dijo en una entrevista de 2016 en la conferencia Code.
Pero eso también significaba que a veces tardaba en abordar los problemas de la plataforma.
Del Harvey, exdirector de confianza y seguridad de la empresa durante mucho tiempo, dijo en la serie que Twitter no había “invertido mucho en” esas áreas hasta 2017, cuando el sitio de redes sociales enfrentó una creciente presión para abordar la propagación del odio y el abuso.
En 2020, Dorsey invitó a Musk a una reunión de toda la empresa. “Por cierto, ¿quieres dirigir Twitter?”, le preguntó al multimillonario CEO de Tesla y superusuario de Twitter, junto con una pregunta sobre cómo arreglaría la red social.
Musk respondió que el personal debería abordar a “las personas que intentan manipular el sistema… intentan influir en la opinión pública y, a veces, puede ser muy difícil determinar qué es la verdadera opinión pública y qué no”. Apenas dos años después, Musk comenzaría a adquirir una participación financiera en Twitter, lo que sentaría las bases para su adquisición.
En retrospectiva, el equipo inicial de Twitter podría haber hecho más para mantener su visión original, afirmó Goldman. Sin embargo, añadió que el destino de Twitter podría haber sido inevitable.
“Nuestra intención era que se usara para estos casos prácticos tan interesantes… y que tratáramos las cosas que no nos gustaban como errores del sistema”, dijo Goldman. “Pero la realidad es que algunas de esas cosas, esos casos prácticos —como convertirse en una herramienta de propaganda dominante para una ideología autoritaria de derecha en auge, tanto a nivel nacional como internacional— no son errores, sino una característica de la herramienta”.
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